Fuente de la publicación: Las 20 tramas de Ronald B. Tobías.
Trama de ascenso y caída. El protagonista, una persona de origen humilde, fea, enferma o aparentemente poco inteligente, llega a lo más alto de la sociedad. Así sucede en El hombre elefante (The Elephant Man, 1980) y en Eva al desnudo (All about Eve, 1950). En muchos casos, la trama es, al mismo tiempo, de ascenso y caída. En Ciudadano Kane (Citizen Kane, 1940), del mismo director, el protagonista, teniéndolo todo, no tiene nada. Al morir, solo se acuerda del trineo de su infancia.
El camino de ida y el camino de vuelta son el mismo.
HERÁCLITO
Mientras se escribe, hay que tener en cuenta los siguientes puntos:
1. El peso de la historia debe recaer en un único personaje.
2. Ese personaje debe poseer fuerza de voluntad, carisma y ser aparentemente único. Todos los demás personajes deben girar en torno a este protagonista.
3. En lo más profundo de este relato debe haber un dilema moral. Este dilema pone a prueba el carácter del protagonista (o del antagonista) y es la base para el elemento catalizador que transforma al personaje.
4. Personaje y acontecimientos deben estar relacionados estrechamente. Cualquier cosa que suceda debe estar en función del personaje principal. Este es el elemento (el personaje) que afecta a los acontecimientos, y no a la inversa. (Esto no quiere decir que los acontecimientos no afecten al personaje principal, sino que nos interesa más cómo el personaje influye en el mundo que cómo el mundo influye en él).
5. Hay que mostrar cómo era el personaje antes de ese cambio trascendente que alteró su existencia, para que tengamos un elemento de comparación.
6. Hay que mostrar cómo el personaje evoluciona a través de cambios sucesivos como resultado de los acontecimientos. Si es un relato acerca de un personaje que supera horribles circunstancias, mostramos la naturaleza de ese personaje mientras todavía está sufriendo esas circunstancias. Luego, cómo los acontecimientos cambian su naturaleza a lo largo de la historia. No hay que saltar de un estado del carácter del personaje a otro; esto es, mostremos cómo el personaje pasa de un estado a otro al revelarnos sus motivaciones y propósitos.
7. Si el relato trata sobre el declive de un personaje, hagamos verosímil que ese declive sea una consecuencia de su carácter y no de unas circunstancias gratuitas. Las razones de una ascensión pueden ser gratuitas (el personaje gana 27 millones de dólares en la lotería), pero no así las razones de su caída. Las causas de la habilidad del personaje para superar la adversidad deben ser también una consecuencia de su personalidad, no una argucia argumental.
8. Procuremos evitar un ascenso o una caída drásticamente dramáticas. Hay que cambiar las circunstancias de la vida del personaje. Creemos pequeños ascensos y caídas a lo largo del camino. No se debe colocar al personaje en la cima para despeñarlo. Cambiemos la intensidad de los acontecimientos. Puede parecer por un momento que el personaje ha superado sus defectos, cuando, de hecho, se trata de una situación efímera. Y al contrario. Después de numerosos reveses, el personaje se abre camino (como resultado de su tenacidad, valor, confianza, etc.).
9. Importa mantener siempre la atención sobre el personaje principal; relacionar todos los acontecimientos y personajes con el protagonista y mostrar al personaje antes, durante y después del cambio.